Las condiciones únicas de envejecimiento propician también que estemos ante un ron único que despliega finura y elegancia a través de aromas maduros e intensos de melocotón y miel, mezclados deliciosamente con un punto de cáscara de naranja.

Elaborado con melaza de caña, destilada con las aguas más puras que emanan de los bosques tropicales de la cordillera de los Andes, se crea el Ron Viejo de Caldas, envejecido en barricas de roble bourbon a una altitud de más de 2.200 metros.

Los rones de Caldas con su magia y siempre exquisita cosecha y sabor superior, de color ámbar, bouquet fino, consistencia armoniosa, excelente equilibrio y untuosidad.